Una vez que conoces, aceptas y odias la realidad empiezas a plantearte el marcharte.
Pero irte de verdad. Con y a por todas.
Sin importarte que pasará después o que vendrá mañana.
En realidad lo que de verdad me desespera es el bloqueo.
Encontrarme perdida sin saber que decir, pensar o hacer. Escuchar como llueve y no saber que está lloviendo hasta que todo se queda de nuevo en silencio y parece que por unos instantes los mecanismos del reloj vuelven a funcionar.
Pero creo que debería ir a un relojero, me parece que me he vuelto a estropear.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escalones