miércoles, 4 de mayo de 2011

Saltos finitos.

Mirando atrás, he descubierto que tan sólo soy una continuación de lo que iba quedando.
La segunda o la tercera o la octava parte de la saga.
Mi necesidad por hacer entender determinadas cosas era insaciable.. tal y como sigue siendo ahora. Me he esforzado durante tanto tiempo en hacer comprender, en intentar crear sensaciones mediante mis palabras, que cuando escribo ahora, después de tantos momentos que parece que han cambiado las cosas, veo que no ha cambiado nada. Aparentemente.
Y digo aparentemente porque el punto exacto en el que me encuentro es indefinido. Tiene nombre pero no lugar. 
Quizá no sea la primera vez que me sienta perdida entre dos universos paralelos. Ni tampoco la última.
Quizá tampoco sea la primera vez que siento que no es mi vida, que no soy yo y que la que ve, oye y siente lo que está ocurriendo es otra persona. O soy yo viéndome desde otro cuerpo.

Puede que infinidad de momentos sean irreversibles, como los sentimientos, o puede que solo necesite un poco de tiempo para curar el desgaste emocional que ha supuesto. Mis brazos están cansados y mis piernas no quieren correr hacia ninguna parte.
El ser humano es complejo. Y de tanta complejidad solo encuentro simpleza y semejanza.
Como este momento. Puede ser complicado y a la vez tan fácil.
Tan fácil probar y tan difícil acertar...

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