Puede ser, que una de las cosas más dolorosas de esta vida, sea tener que tomar ciertas decisiones las cuales sabes que van a dañar al otro. Incluso a ti mismo.
Puede ser, que no se tenga el valor suficiente para determinar que es correcto y que no lo es.
Quizá siempre andemos a la deriva, autoengañándonos con simples cosas vanales, caminando a ciegas aún a sabiendas que la cinta que cubre nuestros ojos no será eterna, algún día se caerá, alguien nos la quitará o peor aún, se romperá de repente. Y entonces todo aquello que pensábamos cierto, incluso correcto, empieza a deshacerse, como barquitos de papel en un estanque.
Cómo una planta que cuidas con exagerado cariño y primor muere de la noche a la mañana.
La cuestión es, ¿cómo saber cuando parar? ¿Cómo controlar lo que escapa a tu control? ¿Cómo enderezar el timón que, atascado, se niega a cambiar el rumbo?
Me pregunto hasta que punto un ser humano es capaz de aguantar pesadas cargas sobre sus hombros. ¿Quiénes son más fuertes, los que luchan y luchan y luchan, o los que esperan a que el momento adecuado para actuar llegue, rompiendo el mundo de los demás incluso el suyo propio?
jo tia leer eso con la musica de fondo es abruuuuuumador (L) y creo que vivir se rrata de ir repsondiendo a esas preguntas, con hechos
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